Mariquitas para acabar con la plaga de pulgones que estos días afecta a las jacarandas en Málaga. Es la idea del área de Medio Ambiente que ayer comenzó este tratamiento de lucha biológica inocuo con algunos ejemplares afectados en la avenida Manuel Agustín Heredia, la calle Jane Bowles y la calle María Villanueva Gallegos.
No es el único insecto al que la capital ha recurrido. “La técnica consiste en la suelta de dos tipos de insectos que erradican el pulgón, bien actuando como depredadores, bien actuando como parásitos, utilizándolo para inocular huevos. En ambos casos los insectos empleados tienen un corto periodo de vida, por lo que su presencia no causa ningún perjuicio ni para otras especies de animales o árboles, ni para las personas, por lo que al cabo de ese tiempo desaparecen”, explicó el responsable del área, el popular Raúl Jiménez.
Un sistema usado después de que los molestos pulgones se hayan hecho resistentes a los tratamientos con productos fitosanitarios o insecticidas, y que pretende actuar de forma progresiva en la población de las llamativas jacarandas, que ascienden a más de 4.200 ejemplares en toda la ciudad. “Se trata de un compromiso que además se extenderá en los próximos años debido a los grandes beneficios que aporta: hace que el espacio público sea más seguro y saludable, no alterna el ecosistema natural, ahorra costes y permite un mayor sostenibilidad medioambiental”, apuntó Jiménez.
El coste de la actuación asciende a unos 30.000 euros, asumidos dentro de la concesión de Parques y Jardines de Málaga.
