Unos devastadores incendios en el sur de California (Estados Unidos) han dejado, al menos, un muerto, 500 edificios destruidos y miles de personas evacuadas, en una de las peores emergencias que ha vivido jamás ese estado, informaron hoy autoridades locales.
El centro médico del condado de Ventura confirmó anoche en un comunicado la muerte de una mujer de 70 años, originaria de la localidad de Santa Paula y que, hasta el momento, "es la única muerte confirmada por fuego en el condado de Ventura", uno de los más afectados por los fuegos que comenzaron el lunes.
Según el centro, el miércoles la mujer trataba de escapar de los incendios y tuvo un accidente en el coche en el que viajaba, lo que le provocó graves heridas y le hizo inhalar gran cantidad de humo.
El cuerpo fue encontrado en una carretera cerca de la ciudad de Santa Paula, en el condado de Ventura, famosa por sus cultivos de cítricos y que, desde el lunes, ha sido amenazada por fuertes vientos que han alimentado los fuegos y destruido cientos de viviendas.
Mientras el fuego continúa, las autoridades sanitarias de la región han advertido a sus habitantes de la mala calidad del aire y de los efectos dañinos del humo, especialmente para los niños, los ancianos y aquellas personas con problemas respiratorios, circulatorios o de corazón.
El condado de los Ángeles, que incluye a la ciudad angelina, ha pedido a los vecinos que no salgan de casa, mientras que las autoridades del condado de Santa Barbara han distribuido 50.000 máscaras a sus habitantes para que se las coloquen en la boca y la nariz.
Desde el lunes, los fuegos han arrasado 67.300 hectáreas, un área más grande en superficie que la ciudad de Chicago.
Según los últimos datos del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, los fuegos han destruido 500 edificios, han obligado a cerrar decenas de carreteras y llegaron a provocar la evacuación de 200.000 personas, aunque muchas ya han podido regresar a sus hogares.
En las últimas horas, los bomberos han podido lograr avances importantes en el control del fuego debido a una disminución de la fuerza de los conocidos como vientos de Santa Ana, que esta semana soplaron con una fuerza de hasta 128 kilómetros por hora y sirvieron para avivar las llamas.
No obstante, los bomberos siguen tratando de sofocar un incendio bautizado como "Thomas", en el condado de Ventura y que solo ha podido ser controlado en un 10 %, según las autoridades.
Ese fuego ya ha destruido 56.700 hectáreas y ha provocado grandes columnas de humo, lo que dificulta el trabajo de los bomberos e impide la lucha aérea contra las llamas.