El coste de una defunción en Sevilla ronda el mínimo de los 3.000 euros pero puede elevarse hasta los 7.000 si el deceso se produce en un hospital público, lo que ya ha llevado al Pleno del Ayuntamiento, auspiciado por Participa Sevilla, a apoyar una municipalización de los servicios funerarios ante las dificultades para las familias de acceder a un servicio que en la actualidad se ofrece sin alternativa pública y, sobre todo, sin competencia, extremo que ha sido denunciado tanto por el propio sector como por los afectados.
Sevilla es la única provincia en la que están adjudicados por concurso los servicios funerarios en los hospitales públicos, donde se produce el 75% de las muertes en la provincia. La consecuencia directa es que, cuando un paciente fallece en el hospital, la empresa adjudicataria se hace cargo del cuerpo del finado y, directamente, lo traslada a sus dependencias, que en este caso es el tanatorio de la SE-30, sin pasar por el mortuorio del centro hospitalario ni que ninguna otra empresa pueda ofrecer sus servicios.
El traslado directo a este tanatorio hurta a las familias la posibilidad de decidir libremente la empresa que le preste los servicios funerarios, puesto que una vez que el finado está allí, los familiares suelen preferir que se mantenga en ese tanatorio y “aceptan” los precios de la empresa funeraria adjudicataria. La denuncia parte del sector funerario, de los propios familiares afectados y se corrobora en la moción presentada por Participa, que habla directamente de un mercado “donde la funeraria adjudicataria monopoliza el mercado sin competencia y sin una alternativa pública”.
El coste, "¡casi el doble!"
“Aún no había llorado a mi padre”, relata una de las afectadas, cuando un empleado de Mémora tramitó en la habitación del hospital Virgen Macarena todo el servicio funerario (traslado, tanatorio, misa, flores…). El coste de este servicio ronda los 3.000 euros más IVA. En un momento tan sensible, la familia ni siquiera se planteó ni costes ni empresas, pero sí lo hicieron cuando ya estaban en el Tanatorio de la SE-30 y les comunicaron los precios de los ataúdes, de la estancia en las instalaciones, del coche para el traslado al cementerio… “¡Casi el doble!”, por lo que decidieron llamar a otra funeraria para hacerse cargo de todo. Y lo hizo por el precio medio, esos tres mil euros que en competencia libre es de los más baratos.
Las tarifas de los servicios funerarios son muy variadas y son muchos los factores que incrementan el coste final: el tipo de ataúd, la atención en el propio tanatorio (agua, café, catering…), flores, finalización del servicio: incineración o inhumación (propiedad o arrendamiento temporal). Existe una gran competencia y casi todas las empresas tienen su tarifa a disposición de los clientes para que consulten los costes. Sin embargo, según denuncian las empresas del sector y se puede comprobar, los precios son bastante más bajos que los que la concesionaria aplica en la contratación del servicio funerario con las familias de los fallecidos que han sido trasladados a sus instalaciones, que pueden alcanzar los 7.000 euros más IVA.
El traslado directo al tanatorio de la empresa concesionaria, sin que se mantenga el finado en el mortuorio del hospital hasta que los familiares tengan capacidad de decidir, sitúa a la adjudicataria en una “posición abusiva” con respecto al resto de las empresas funerarias, denuncia el sector, que considera que se infringe la Ley de la competencia al coartar el derecho de las familias a elegir libremente la empresa para la prestación del servicio.
La moción de Participa Sevilla, que se llevó a Pleno el pasado 28 de enero, planteaba una “reformulación de los servicios funerarios y su carácter social”, ante un mercado “donde la empresa concesionaria de los hospitales públicos de Sevilla para la prestación de servicios funerarios monopoliza el servicio en los hospitales, sin competencia y sin una alternativa pública”.
Participa justificaba además la alternativa pública en la necesidad de que el Ayuntamiento “asuma progresivamente la prestación de la totalidad de los servicios funerarios”. Todos los puntos de la moción fueron aprobados, con la apostilla de que la “municipalización de la oferta” se haría “en función de las posibilidades”.